Entendiendo y gestionando el stress y la ansiedad

Entendiendo y gestionando el stress y la ansiedad

El estrés y la ansiedad son aspectos inevitables de nuestra vida, forma parte y siempre ha formado parte de la condición humana. Todos pasamos por situaciones de incertidumbre, problemas, enfermedades, vejez, muerte y la imposibilidad de controlar los acontecimientos en torno a los cuáles gira nuestra vida. Además de las nuevas situaciones a las que nos vemos enfrentados en la vida contemporánea: violencia social, terrorismo, catástrofes ambientales, calentamiento global, conexión tecnológica e información global mientras aumenta la desconexión humana.
Todo esto hace que nuestro cerebro se vea desbordado por la aceleración del ritmo de la vida y un bombardeo de la información que nos expone a la frustración, la preocupación, la autocrítica, la impaciencia, el pánico. Las redes sociales exponen los aspectos más superficiales y el costado exitoso de la vida y eso nos lleva a compararnos, a generar un diálogo interno negativo sobre todo con nosotros mismos y con lo que creemos que deberíamos ser y hacer. Los mandatos sociales, familiares y de nuestro entorno se suman a los motivos de nuestra autoexigencia. Detrás de todo aquello quedan ocultas nuestras necesidades personales reales y la conexión con nuestra esencia.
Las personas recurren, en un intento de recuperar el equilibrio, a la medicación. Si bien muchas veces ésta resulta necesaria para recuperar el equilibrio y la posibilidad de restablecer la salud, también es necesario cultivar los recursos internos que nos ayuden a afrontar adecuadamente estas situaciones de estrés.
La era de la información no nos educa para llevar una vida íntegra, esto intensifica nuestra sensación de separación, inseguridad y desconexión. Tampoco nos han educado en inteligencia emocional o regulación emocional.
Todos estos datos hacen notar la necesidad de encontrar formas alternativas de afrontamiento del estrés y la ansiedad.

Pero ¿De qué hablamos cuando hablamos del estrés y de la ansiedad?

Según Lazarus el stress es “el resultado de la relación entre el individuo y el entorno, evaluado por aquél como amenazante, que desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar”.
Es decir que, el equilibrio entre las demandas y los recursos, internos y externos, que tenemos para enfrentarlas, constituye la dinámica del estrés. Cuando esta dinámica se ve alterada porque las demandas superan los recursos que tenemos para enfrentarlas, se produce la reacción del estrés, cuando percibimos la situación/ realidad como amenazante. Esto provoca angustia, ansiedad, tensión, sobrecarga, preocupación y un sufrimiento anticipatorio, llevándonos a reaccionar en piloto automático en lugar de responder adaptativamente.
Para poder responder adaptativamente y con el menor impacto en nuestra salud a las situaciones de estrés, es necesario equilibrar la balanza, llenando uno de los platillos con la mayor cantidad de recursos para que podamos hacer frente al otro platillo: las demandas.
Cuánto más recursos, más probabilidades de manejar y reducir el estrés.
Además, el stress se genera también por una mala distribución de la energía vital entre las distintas áreas y roles vitales (familia, pareja, trabajo, estudio, cuidado de la salud, ejercicio físico, hobbies, vida social).
Y ¿la ansiedad?
En principio es importante saber que podemos identificar tres tipos de ansiedad:
una ansiedad positiva o adaptativa, una negativa o patológica y una funcional.
La ansiedad positiva: Es la ansiedad que llamamos adaptativa, que es un mecanismo evolutivo: un tipo de ansiedad que busca protegernos cuando percibimos una amenaza real; prepara al cuerpo y la mente para defenderse, o de lo contrario nos sentiríamos indefensos.
La ansiedad negativa o patológica: provoca en quien la sufre un sentimiento de indefensión ante una amenaza que, además, no se sabe identificar.
La ansiedad funcional: es un tipo de ansiedad desproporcionada para situaciones del día a día, se puede sin embargo aparentar llevar una vida normal y controlada, e incluso tener éxito en su vida. A este tipo de ansiedad “controlada” en el que la persona afectada no muestra síntomas visibles de la patología, los expertos la denominan ansiedad funcional. Este tipo de personas suelen caracterizarse por ser altamente productivas en su trabajo, a menudo perfeccionistas; sin embargo, el hecho de padecer una ansiedad interiorizada durante tanto tiempo hace que se sufran trastornos psicosomáticos, problemas dermatológicos, gastrointestinales, cardíacos, etc. Son personas que tienden a ser vistas por los demás como estresadas, y que si bien aparentan normalidad, sufren en su vida diaria al ser incapaces de descansar física y mentalmente.

En todos los casos, la ansiedad está relacionada con la anticipación, porque para defenderse de una amenaza, sea esta real o no, identificada o no, hay que anticiparse.
Esto nos hace gastar mucha energía en preocuparnos, en hacer foco en los pensamientos anticipatorios, en lugar de vivir en el momento presente, atentos y conscientes de lo que sucede en nuestro cuerpo, nuestras, emociones, nuestro interior, y nuestro alrededor. Viviendo en el presente de modo consciente y realista, podemos tomar mejores decisiones, respuestas libres y no en reacciones en piloto automático.

Es importante saber que la salud no es algo estático, sino que es un equilibrio dinámico es decir que constantemente requiere de nuestra atención para equilibrar las demandas con los recursos. Por eso hablamos de reducción del estrés y no de alcanzar un estado de no- estrés o de eliminar el estrés y la ansiedad. Lo que buscamos en un stress y una ansiedad positivos, adaptativos.
Tips para afrontar el stress y la ansiedad
Aumentar los recursos internos y externos que necesitamos para afrontar las demandas y exigencias de la vida actual
Equilibrar y distribuir nuestro tiempo y nuestra energía vital en las distintas áreas y roles vitales.
Practicar meditación Mindfulness, que nos permite entrar y salir del estrés con mayor rapidez y con menor costo a nivel mental, físico y emocional.
Aprender a disfrutar y relajarse, conectando con nuestro niño interior.
Realizar actividades de autoconocimiento e introspección como terapias con técnicas e instrumentos de regulación emocional, terapia interpersonal, la terapia cognitivo-conductual, la psicoeducación, técnicas de respiración y relajación.
Identificar la cadena Pensamiento-Emoción- Reacción- para luego reemplazar conscientemente el pensamiento negativo automático por uno positivo y realista.
Probar la técnica grounding ( o 5-4-3-2-1) o “hacer base”, para volver al presente cuando tu mente se está preocupando de más. Esta técnica consiste en mirar alrededor y encontrar: 5 cosas que puedas mirar, 4 cosas que puedas tocar, 3 cosas que puedas escuchar, 2 cosas que puedas oler, y una cosa que puedas gustar o una emoción que puedas sentir.
Ocupándonos de nosotros mismos, nuestras necesidades, buscando un espacio personal para descubrir nuestro sentido o propósito de vida, entre otras cosas que nos dan plenitud.


Escribir
1
Escanea el código
Hola
¿En qué podemos ayudarte?
Conectado