La Psicoterapia Integrativa Consiliente se erige como una forma de terapia completa y holística, orientada a abordar los procesos de salud-enfermedad y comprender el funcionamiento del ser humano en su totalidad cuerpo-mente-ecosistema.
En este enfoque, se establecen objetivos colaborativos entre el terapeuta y el consultante, dentro de un ambiente de confianza y compromiso mutuo. El propósito es buscar cambios positivos que se extiendan a todas las dimensiones de la persona: biológica, psico-emocional, vincular, familiar, ecosistémica, somático, cognitiva, conductual y trascendente. La elección de estas dimensiones responde a la necesidad y problemática específicas a abordar en cada momento.
La salud se restablece de manera integral y multidimensional cuando todas estas áreas alcanzan un equilibrio armonioso. Para obtener una perspectiva equilibrada de los problemas humanos, es crucial no abordarlos desde disciplinas aisladas, sino buscar la consiliencia entre ellas.
La Psicoterapia Integrativa Consiliente se distingue al integrar diversos marcos teóricos y técnicas, con el objetivo de alcanzar los resultados terapéuticos acordados dentro del espacio terapéutico. Además, va más allá al recomendar recursos para que la persona los aplique fuera de las sesiones. Desde esta consiliencia de disciplinas, se busca potenciar la efectividad psicoterapéutica mediante propuestas novedosas y creativas.
